Existen muchas cosas que contar respecto a las duchas para piscinas, lo cierto es que siempre será una necesidad tener a disposición una al momento de entrar y de salir del agua. Ya veremos por qué.
Algo que debe siempre tenerse en consideración es que el agua empozada, es decir, la de una piscina que no cuenta con un sistema de filtración de impurezas y que no ofrece la purificación del agua mediante un circuito de limpieza automático, hace que en mayor proporción se puedan acumular bacterias y agentes contaminantes que pueden afectar la salud de los bañistas.
Antes de ingresar a una piscina, lo ideal es sacar de encima todo lo que pueda contaminar el agua, por eso no es casualidad que dentro de las normas para el uso de la alberca siempre esté el deber de ducharse antes de ingresar al agua. Esto en definitiva no es mero capricho de los dueños de las piscinas, sino que es un tema de conciencia y de cuidado, porque en la misma medida que proteges el agua de contaminación, cuidas a todo los que ingresan a esa piscina, incluyéndote.
Asimismo, al salir de la piscina es necesario que las personas se duchen para sacar de su cuerpo todos los microorganismos que se posan en el agua estancada, siendo que esa situación propicia la producción de microbios que pueden generar problemas para la salud y a los cuales hay que sacar de la piel y otras partes del cuerpo, lo antes posible una vez que hayamos salido de la piscina y nos dispongamos a vestirnos.
Como puede apreciarse una ducha es un accesorio que es de suma relevancia para preservar la pulcritud de la piscina por mucho más tiempo, sobre todo aquella que no cuenta con un tratamiento efectivo con cloro o un filtro capaz de erradicar bacterias y demás agentes externos que no coadyuven a mantener la pureza del agua.
Por otro lado, es importante saber que el agua en sí misma, contiene minerales que en estado de quietud del agua en un mismo lugar, o sea, que no circule, pudiendo ocasionar el oscurecimiento de este importante líquido, lo que produciría que el agua no sea apta para un baño y ocasionaría la proliferación de microbios que repercutirían en la salud de las personas que ingresan a la piscina.
Aunque se cuente con cloro o con un sistema de purificación del agua, siempre hay que dejar un lugar para erradicar cualquier agente externo de nuestro cuerpo, o mejor dicho, de la piel, que es donde todo esto recae cuando ingresamos a una piscina, por lo que contar con duchas puede resolver el problema momentáneamente, ayudándonos limpiar nuestro cuerpo para no contaminar y para no contaminarnos, igualmente.
Por otro lado, las duchas son una pieza fundamental dentro del área de la piscina porque, no solo sacan del cuerpo cualquier microorganismo que pueda poner en riesgo la salud de dejarse por mucho rato en la piel, sino que permite sacar de nuestra piel el cloro y todo químico que sea empleado en una alberca para mantenerla libre de contaminación.