Dentro del diseño de piscinas, existe una extensa variedad de opciones que podemos tener presente al momento de querer agregarle un toque especial, más allá del acabado mismo de la piscina. Hay piscinas que no necesitan más que un poco de vegetación a su alrededor, sin embargo, están otras a las que no les vendría nada mal un cambio moderno, con toque sofisticado.
Un ejemplo claro de este tipo de cambios, son las cubiertas, las cuales pueden ser el toque mágico para lograr un diseño diferente y lleno de comodidad para todos. Generalmente, las cubiertas están pensadas para proteger el agua de climas adversos y para mantener la conservación de ésta por mucho más tiempo.
Hay quienes recurren a esta suerte de accesorio, dado a que puede proteger a los bañistas del inclemente sol, sobre todo cuando se trata de niños. En cualquiera de los casos, las cubiertas son de gran utilidad cuando existe mucho viendo o lluvia, que pueda hacer que el agua reciba más basuritas de las que usualmente llega a la superficie del agua, aunque sabemos que no evita por completo que éstas caigan en la piscina, por el tema del aire más que nada.
Durante el invierno, las piscinas sin cubierta prácticamente no pueden ser usadas, aunque se cuente con un regulador de temperatura, dado a que el clima es muy frío para exponerse a las cubiertas, sin embargo, algunas cubiertas que cubren toda la piscina y que tienen acceso a ella mediante una puerta o un área no demasiado grande, permite que, a pesar de la temperatura típica en invierno, las personas puedan ingresar al agua de la piscina sin mayores complicaciones.
Éstas cubiertas generales son muy efectivas cuando surgen esos inconvenientes climáticos, porque también en época de lluvia ayuda mucho y para preservar la limpieza y pureza del agua, también son sumamente efectivas, ya que impide el paso de todo lo que el viento arrastra.
Hay cubiertas que pueden desmontarse con facilidad, las cuales son mayormente empleadas cuando durante el invierno no se va a ingresas a la piscina, actuando como una pared que sella el agua, aunque ésta sigue circulando y purificándose día a día mediante el sistema de filtración. Usualmente, este tipo de cubierta es de forma convexa y cubre toda el área del agua de la piscina y sus bordes, siendo su tamaño muy corto, con un ángulo suficiente que proteja el agua.
Estas cubiertas son unas de las más económicas, dado a que no van fijas, sino que solo se emplean para cumplir una tarea específica por una temporada, lo que hace que, al finalizar el periodo de invierno, por ejemplo, se quite y se guarde hasta la próxima ocasión. Sin embargo, estas cubiertas suelen poseer entradas en su parte superior para que las personas puedan ingresar al agua, a pesar de que esté instalada, lo que las hace perfectas durante la época de precipitaciones y cualquier otra donde se tenga el deseo de bañarse en una piscina, a pesar del clima.