Las piscinas naturales han ganado mucha popularidad entre las personas que siguen diversos movimientos en pro de la preservación del ecosistema, ya que se trata de un sistema acuático formado por el hombre mediante el cual no interviene ningún proceso químico que ponga en peligro el medioambiente.
Hacer una piscina natural o ecológica, no tiene por qué ser un trabajo complicado, de hecho, la facilidad que puede hallarse en su construcción es que se pueden jugar con distintos elementos, dentro de los cuales la vegetación hace su papel más preponderante, siendo las plantas acuáticas las mayormente empleadas para darle el concepto ideal que persigue toda piscina bajo esta perspectiva ciento por ciento natural.
Lo primero que debemos tener presente es lo que en efecto es una piscina natural. Para ello, es importante tener presente que se trata de un trabajo de arquitectura e ingeniería basado en combinar la naturaleza con la recreación humana, por lo que gracias a ella puede lograrse esa armonía entre la vegetación y la presencia de los bañistas de una piscina natural.
El tanque de una piscina, sin embargo, puede construirse con materiales que no son propiamente naturales, pero que podrán lograr la perduración de la misma por muchísimos años, y no por eso significaría que no se está en presencia de una piscina natural, puesto que lo que la hace diferente es que en lugar de recurrir a productos químicos para su mantenimiento, las plantas y otras sustancias no procesadas ni contaminantes la ayudan a estar limpias tanto o más como una piscina no natural con un sistema de cuidado a base de cloro y demás químicos que son contaminantes para el medioambiente.
Lo que se requiere para lograr que el agua de una piscina natural sea de calidad, es mantener la mayor cantidad de plantas marinas para que eliminen según su ciclo normal de vida los problemas de acumulación de biomasa, lo que forma algas y contamina el agua con bacterias que surgen de los cambios químicos que suceden en un agua estancada.
Al contar con este tipo de plantas acuáticas, es seguro que el agua se mantendrá limpia y apta para el baño, sin necesidad de tener que apelar por el cloro, lo que además haría que este tipo de piscina pierda su esencia o razón de ser.
No obstante, hay diversos tipos de algas que resultan efectivas para depurar el agua, incluso antes del proceso de limpieza de otras plantas acuáticas; lo que se requiere entonces es que se le facilite al agua de la piscina la posibilidad de que absorben los nutrientes mediante un filtro biológico que puede ser construido de manera manual, el cual puede (y debe) hacerse al tiempo que la piscina es fabricada, porque es un sistema que se debe hacer antes de la estructura superior.
En internet existen muchísimas maneras de hacer tu propio filtro natural, permitiéndote tener una piscina ecológica apta para el baño y el disfrute de toda la familia.